Algunas casas no tienen suficientes acentos de colores raros, y luego ellos mismos se convierten en una paleta de colores. En esta casa en Sydney El diseñador ha recogido casi todos los tonos jugosos: rosa, azul, verde, amarillo y muchos otros. Al mismo tiempo, no brillante solo acabados, detalles o muebles: hay un toque de color en todo. Por cierto, los accesorios aquí no son menos inusuales que el interior en sí: candelabros con pájaros, divertidas figuras y pinturas. Fresco, brillante, pero sin excesos, ¡un proyecto interesante!








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